El Omega 3

Aceites Omega 3 y 6

Fuentes Omega 3

¿En qué consiste la formulación omega? Simplemente se trata de indicar la localización de los dobles enlaces empezando a contar desde el extremo opuesto al convencional.

Hoy hablare del Omega 3 y también del omega 6.

La proporción saludable de grasas omega-6 a omega-3 es cercana al 1:1, una cifra muy alejada de la estimación actual de 25:1 en los Estados Unidos. Las grasas oxidadas presentes en los alimentos procesados y aceites vegetales oxidados constituyen el mayor riesgo

Sirven para…

El pescado

¿Sirven para algo los ácidos grasos omega-3? Sí. Según el Reglamento Europeo 432/2012 por el que se establece una lista de declaraciones autorizadas de propiedades saludables de los alimentos, algunos ácidos grasos omega 3 como el EPA (ácido eicosapentaenoico) y el DHA (ácido docosahexaenoico) ayudan a mantener y regular la función cardiaca. Además, el DHA ayuda al mantenimiento de la función cerebral. Recientes estudios muestran también efectos positivos del DHA sobre la visión debido a su efecto sobre los fotorreceptores y otros componentes del ojo. Eso sí, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria no ha informado positivamente sobre los efectos de los omega-3 sobre la función cognitiva o el estado de ánimo de las personas.

Las grasas omega-6 y omega-3 son «esenciales», lo que significa que debe obtenerlas de sus alimentos. Hoy en día, la fuente principal de grasas omega-6 es el aceite de soja, que está presente en los aderezos para ensaladas, margarinas y snacks.

Una proporción equilibrada puede proteger su cuerpo contra la contaminación del aire y enfermedades crónicas degenerativas, como la artritis, síndrome del intestino irritable y estado autoinmunológico.

Las grasas alimenticias son esenciales para mantener una salud óptima. Aunque podría ser perjudicial consumir demasiada cantidad de algunas, o no lo suficiente de otras, si el cuerpo no obtiene grasas saludables, no podrá tener un funcionamiento adecuado. Las grasas se utilizan para mantener la piel y el cabello saludables, absorber ciertas vitaminas y aislar al cuerpo para mantener el calor del mismo.

El equilibrio, la llave de la salud.

Una de las problemáticas en este equilibrio es que n-3 y n-6 compiten por las mismas enzimas. Cuando hay mucha cantidad de n-6 en el cuerpo, puede afectar significativamente en la conversión de n-3 ALA (de origen vegetal) en EPA y DHA. Es algo que debemos tomar en consideración porque la EPA y DHA son responsables de proteger el cuerpo contra las enfermedades.

La buena noticia es que, cuando hay mayor consumo de n-3, disminuye la acumulación de n-6, lo que podría disminuir la inflamación de forma efectiva.

Exponerse a la contaminación del aire también puede elevar el riesgo de inflamación. En un estudio, los investigadores encontraron que los niños que consumían mayor cantidad de n-3 exhibían una menor respuesta a la materia particulada y parecían más resistentes.

Este estudio se incluyó en este conjunto de evidencia cada vez mayor, que sugiere que el consumo alimenticio puede influir en la respuesta del cuerpo a la contaminación del aire, una importante causa de inflamación. Los autores de otro estudio realizado en la Ciudad de México descubrieron que, la suplementación con antioxidantes podría ayudar a atenuar el impacto de la contaminación del aire en las pequeñas vías respiratorias de los niños con asma.

Omega 3 fuente del mar

La problemática conversión de las grasas omega-3 de origen vegetal puede elevar el riesgo

Las grasas n-3 están presentes en plantas y animales marinos, como el pescado y kril. Sin embargo, estos tipos de n-3 son diferentes y no son intercambiables. El n-3 de origen vegetal contiene ácido alfa linoleico (ALA), que tiene una cadena corta y debe convertirse en EPA y DHA de cadena larga para ser utilizado por el cuerpo.

Dado que esta enzima necesaria para hacer la conversión no es muy activa en la mayoría de las personas, tiene una baja tasa de conversión. En particular, esta información es relevante para las personas veganas y vegetarianas estrictas que posiblemente crean que su cuerpo convierte ALA de origen vegetal en cantidades suficientes de EPA y DHA. Por lo tanto, es casi imposible obtener suficiente cantidad de esta manera, y en teoría, esta cantidad menor que se obtiene es suprimida cuando la alimentación incluye cantidades excesivas de n-6 proveniente de aceites vegetales y alimentos procesados.

Evalúe sus niveles

Como ya he escrito, es necesario realizar pruebas de ácidos grasos omega-3 para determinar la existencia de una deficiencia. La prueba del índice n-3 sirve como una forma más precisa de medición e, idealmente, debería ser superior al 8 %. El índice mide la cantidad de n-3 en los glóbulos rojos, como un reflejo de los niveles que tiene el resto del cuerpo.

Dado que la prueba mide el promedio del consumo en función de la vida útil de un glóbulo rojo en 120 días, no es afectado por los alimentos consumidos recientemente, y se expresa como un porcentaje de los ácidos grasos presentes en la membrana de los glóbulos rojos. Los investigadores han descubierto que el índice es preciso y lo utilizan para analizar datos, incluyendo los de Framingham Study y The Women’s Health Initiative.

Conservar sus niveles en un rango de bajo riesgo podría disminuir la posibilidad de enfermedades cardíacas. Las personas con un índice inferior al 4 % podrían tener un alto riesgo; las personas con un índice entre el 4 % y 8 % presentan un riesgo intermedio y las personas con un índice superior al 8 % presentan un riesgo menor de enfermedad coronaria.

En un estudio de seguimiento que recurrió a un ensayo de control aleatorio para evaluar los efectos de la suplementación sobre la longitud de los telómeros y estrés oxidativo, los investigadores descubrieron que la longitud de los telómeros aumentaba en función de una proporción decreciente de n-6 a n-3.

Incluso sugieren que, durante un breve período de tiempo, la proporción tenía un impacto en el envejecimiento celular, y podría influir en los síntomas de asma, riesgo de enfermedad de Parkinson, depresión y síntomas de esclerosis múltiple.

Consuma más grasas omega-3 de forma segura

Pescado, marisco, etc..

Después de realizar la prueba, si resulta que necesita mayor cantidad de n-3, considere tomar medidas para aumentar sus niveles sin añadir toxinas. Algunas de las mejores fuentes de grasas omega-3 son:

•Pescado. Los pescados pequeños y grasos de agua fría, como las anchoas y sardinas, son excelentes fuentes de n-3, con un bajo riesgo de contaminación peligrosa. El salmón salvaje de Alaska también tiene bajos niveles de mercurio y otras toxinas ambientales.

Dado que gran parte del suministro de pescado está muy contaminado con desechos industriales, incluyendo metales pesados, como arsénico, cadmio, plomo, mercurio y tóxicos radiactivos, es de vital importancia ser selectivo, elegir peces con alto contenido de grasas saludables y bajos en contaminantes, como el salmón salvaje de Alaska, caballa, arenque y anchoas.

•Aceite de kril. El aceite de kril es mi opción preferida como suplemento n-3, porque tiene las grasas n-3 indispensables DHA y EPA de origen animal que el cuerpo requiere, y en una forma que es menos propensa a la oxidación.

Los nutrientes presentes en el aceite de kril son transportados por medio de los fosfolípidos a las membranas celulares, donde se absorben con mucha facilidad. Además, pueden atravesar la barrera hematoencefálica para alcanzar estructuras cerebrales críticas.

Aunque las siguientes fuentes podrían ser tentadoras porque están disponibles y son menos costosas que las que ya mencioné, le sugiero evitar:

•Salmón de piscifactoría. Contiene alrededor de la mitad de los niveles de n-3, en comparación con el salmón salvaje, con frecuencia lleva una alimentación a base de productos de maíz y soya transgénicos, y también podría contener antibióticos, pesticidas, así como otras toxinas químicas.

•Pez carnívoro grande. Por ejemplo, el marlin, pez espada y atún (incluyendo al atún enlatado), son propensos a contener algunas de las concentraciones más altas de mercurio, una neurotoxina conocida.

•Aceite de pescado. Si bien, el aceite de pescado puede parecer una forma práctica y relativamente económico para aumentar el consumo de grasas n-3, en general es un apoyo antioxidante deficiente. De igual manera, es muy propenso a la oxidación, lo que puede causar la creación de radicales libres que son perjudiciales.

Bueno, esperó qué os haya gustado y entendáis cual importante es él consumó de Omega 3 y controlar el de Omega 6.

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