El azufre es el sexto mineral presente en la leche materna en cuanto a cantidad. Además, está implicado en el metabolismo energético del cuerpo de forma directa. El hígado lo emplea para la eliminación del alcohol y su desintoxicación de otras sustancias químicas, toxinas y metales pesados.
El sulfato de magnesio se conoce desde la Antigüedad. Con el paso del tiempo, su uso fue disminuyendo hasta casi desaparecer. Mas, recientemente ha vuelto a ser valorada gracias a la naturopatía, que la emplea como un efectivo recurso para facilitar la relajación. De ahí que sea tan común en spas y establecimientos de ese estilo.
Los estudios científicos aseguran que el aporte de azufre orgánico para huesos y articulaciones favorece el confort de estas y permite el alivio de los dolores relacionados con enfermedades como la artrosis o la artritis reumatoide.
El azufre está presente en una proporción muy alta en las articulaciones. Participa en la producción de otras importantes sustancias como el sulfato de condroitina, la glucosamina y el ácido hialurónico. Su papel es fundamental en el mantenimiento de los tejidos conectivos y de las proteínas.
Metilsulfonilmetano o MSM está presente en multitud de alimentos frescos. Desde verduras y hortalizas hasta la leche fresca o los mariscos. Pero es muy sensible a los cambios de temperatura, irradiación y la conservación industrial. Por ello rara vez nos llega intacto. Si unimos la cada vez mayor pobreza de los suelos y las formas de cocinado, el resultado es que no solemos tener suficientes minerales (azufre entre ellos) en la dieta.
Por supuesto también forma parte de nuestros tejidos. El MSM es un importante precursor de la formación de colágeno, por ejemplo. Debido a ello está implicado en la elasticidad y juventud de articulaciones, cartílagos, tendones y ligamentos.
Hace siglos que se usan remedios que contienen azufre para aliviar numerosos problemas. Ya en los tiempos modernos podemos encontrar su presencia en antibióticos como la Sulfonamida. Los aminoácidos azufrados se usan para recuperar tejidos en deporte. Y por supuesto el oligoelemento azufre que tantas madres tienen en un altar cuando sus hijos empiezan con moquetes.
Referencias
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