Todos los que me conocen saben como ataco a los refrescos cargados de azúcar, edulcorantes artificiales, cafeína y o taurina, repletos de componentes muchos de ellos tachados de tóxicos en algún momento por algún medico o persona especializada en el tema de salud.
Pero si me duele mucho el tema, es porque no paro de leer los efectos que produce el consumo de estos productos, pero… siento rabia cuando veo a niños de 8, 9 , 10 años en adelante como lo toman habitualmente, como los papis recomiendan o preguntan: ¿ quieres una xxxx cola David? O ¿prefieres xxxx naranja? Por favor.
Investigaciones han relacionado las bebidas endulzadas, tanto las opciones endulzadas con azúcar como artificialmente, con un mayor riesgo de depresión; pero, el riesgo más alto se relaciona con las bebidas frutales y sodas de dieta.
Otro estudio encontró que los adolescentes con niveles elevados de sodio y niveles bajos de potasio en la orina, dos factores indicativos de una alimentación a base de comida chatarra y alimentos procesados, presentaban síntomas más frecuentes de depresión.
Un estudio realizado en 2019 encontró que la depresión en adultos jóvenes puede tratarse eficazmente con una intervención alimenticia. Las personas que llevaban una alimentación estilo mediterránea informaron una disminución significativa en los síntomas de depresión después de 21 días.
En 2004, el investigador psiquiátrico británico Malcolm Peet publicó un análisis intercultural sugerente sobre la relación entre la alimentación y enfermedades mentales. Su hallazgo principal fue la existencia de un fuerte vínculo entre el alto consumo de azúcar y el riesgo de depresión y esquizofrenia. De acuerdo con Peet:
«Un mayor consumo nacional de azúcar refinada y productos lácteos predijo peores resultados de esquizofrenia en 2 años. Se pronosticó una alta prevalencia nacional de depresión debido a un bajo consumo alimenticio de pescado y mariscos.
Los predictores alimenticios de la prevalencia de la depresión son similares a los que predicen enfermedades como la enfermedad coronaria y diabetes, que son más comunes en personas con problemas de salud mental y a quienes se les recomiendan insistentemente aplicar enfoques alimenticios».
Entonces porque, si hay indicios, ¿si es posible?, no se toma acción por parte de quien corresponda. La azúcar produce decenas de problemas de salud, en otro articulo ya lo comente, pero estas cosas que los niños hacen, hiper actividad, niños que se ponen furiosos por nada, ira y los papis luego nos ponemos histéricos y le damos el móvil o una aparato que lo relaje.
Quiero volver a dejar estos datos:
El azúcar (particularmente la fructosa) y los granos contribuyen a la resistencia a la insulina y leptina, así como al deterioro de la señalización, que desempeñan un rol importante en su salud mental
El azúcar suprime la actividad de una hormona de desarrollo clave llamada factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF, por sus siglas en inglés), que promueve la salud de las neuronas cerebrales. Los modelos animales sugieren que, ya que los niveles de BDNF son críticamente bajos tanto en la depresión como en la esquizofrenia, podrían ser sus factores causales.
El consumo de azúcar también puede desencadenar una cascada de reacciones químicas en su cuerpo que podrían promover la inflamación crónica. A largo plazo, la inflamación puede impedir el funcionamiento normal del sistema inmunológico, lo cual está relacionado con un mayor riesgo de depresión.
El azúcar deteriora el microbioma, así como en su influencia en la modulación de la respuesta al estrés, función inmunológica, neurotransmisión y neurogénesis.
Vuelvo a dar un grito de atención, no solo el consumo en niños, puedo también incluir a los adultos, muchos de ellos toman más de 1 litro o incluso 2 litros al día, 60 gramos de azúcar como mínimo en 1 l de bebida azucarada de cola.
Reducir el consumo de bebidas azucaradas y con el tiempo eliminarlo por completo, veremos la mejora en la salud, no solo física, además y no menos importante, como es la mental.
